"LA SEÑAL"
El poeta había conocido ya a siete de sus musas que habitaban el mundo que él creo para ellas. Pero aun se sentía solo. Había fallado en la misión que el sol y la luna le habían encomendado: "Buscar el verdadero amor"
Ambos astros le indicaron que su verdadero amor sería aquella que sienta que sus historias son parte de su vida, la que sueñe cada palabra suya, la que pregunte que pasará más allá del final de sus historias. Será aquella que le diga mirándole a los ojos: "¡Poeta! ¿Qué más ha de pasar?”
El poeta encontró siete musas pero no completaron las señales, incluso se atrevió a aventurarse con amores que no eran musas y que sólo le decían por su nombre y el poeta se cansó.
El tiempo le llevaba a muchos caminos, como hoy que se aventuró en un amor que no tenía ni un verso de piedad. Y cuando bajó su mirada, una de sus musas suplicó por una historia más. Y le vio a los ojos y le preguntó lo que tanto quiso escuchar.
El poeta la miró y recordó los males que le hizo a su corazón. Pero traía la señal y viendo a la luna que era testigo decidió ir a buscar uno de sus versos guardados y le entregó sin darse cuenta que ya estaba enamorado.
El poeta había conocido ya a siete de sus musas que habitaban el mundo que él creo para ellas. Pero aun se sentía solo. Había fallado en la misión que el sol y la luna le habían encomendado: "Buscar el verdadero amor"
Ambos astros le indicaron que su verdadero amor sería aquella que sienta que sus historias son parte de su vida, la que sueñe cada palabra suya, la que pregunte que pasará más allá del final de sus historias. Será aquella que le diga mirándole a los ojos: "¡Poeta! ¿Qué más ha de pasar?”
El poeta encontró siete musas pero no completaron las señales, incluso se atrevió a aventurarse con amores que no eran musas y que sólo le decían por su nombre y el poeta se cansó.
El tiempo le llevaba a muchos caminos, como hoy que se aventuró en un amor que no tenía ni un verso de piedad. Y cuando bajó su mirada, una de sus musas suplicó por una historia más. Y le vio a los ojos y le preguntó lo que tanto quiso escuchar.
El poeta la miró y recordó los males que le hizo a su corazón. Pero traía la señal y viendo a la luna que era testigo decidió ir a buscar uno de sus versos guardados y le entregó sin darse cuenta que ya estaba enamorado.
SETIL DE BARGAM
No hay duda...me encanta leer historias que tengan que ver con las 7 musas y el poeta...porque me transmiten emociones al leerlas.
ResponderEliminarCindy :)