LA TRISTEZA DE LA LUNA

LA TRISTEZA DE LA MUSA
(Dedicado a la musa de los vientos)

Era un día de lluvia cuando los cuatro vientos de la tierra se juntaron para proteger a la musa que les daba vida…Fue el gran viento Bóreas que por tener la mayor de las fuerzas y apoyado por los cuidados de las Gracias que le daban aliento, envió a los demás vientos a buscar al poeta que nombró a su musa como la ninfa de los vientos y de los prados del amor.
Estos vientos recorrieron con sus velos toda nuestra tierra que era el más deseado y amado por el Sol y la Luna. Estos buscaban con esperanzas al poeta para ir ante la musa que posaba entre la lluvia y que por protección de Bóreas no era tocada por la frialdad que en su corazón intentaba surgir.
Sentada y meditante, exclamaba que no era ella la musa de los vientos y que todo aquello no era nada más que palabras o simplemente poesía. Este pesar llegó ante Eos, la madre de los vientos que fue punzada con una daga de tristeza, pues era ella que sentía el amor con tal fuerza y que su pasión era el de soplar entre los cabellos de las doncellas para dar aliento a los varones a declararles el amor que sus corazones podían sentir.
Preocupada por ver que la musa se desvanecía entre el tiempo y el olvido, envió a sus hijos a proteger a la musa que les daba vida, les declaró que a pesar de que las parcas le dieron un destino lejos de lo divino; era ella, que a pesar de la negación de Láquesis, debería vivir siempre rodeada de los sueños de la poesía.
Fue así que sus hijos, los vientos, fueron ante la musa a conmoverse con su belleza y tratar de mostrarle que su ser era la verdadera esencia que daba vida a los versos que se deslizan en las aguas del amor.
Los vientos, al encontrar al poeta, pidieron a éste que tome su pluma y selle sus versos al viento, pues este era el que un día los llamó y declaró con su blando corazón que aquella chica que un día vio, se convertiría en la musa de los vientos que daría vida a los prados del amor.
Al ver que el poeta bajaba la mirada, fue Céfiro, el viento calido del amor, que mirando al poeta a los ojos le exclamó: - ¿¡Dónde están tus versos que a esta musa prometiste!?- ante este reclamo, el poeta comenzó a llorar con tanta pena que cayó de rodillas hacia el suelo declarar a los vientos: “Mis versos ya no brillan en los lazos de amor, tengo miedo y ya no quiero que cada verso que yo cante, se vaya al olvido y nunca pueda ser feliz… Los versos que a la musa del viento declamé, los guardé en una esfera de cristal hecha por una lágrima que derramé en la pena de no poder decir que yo podía amar de verdad. Aquellos versos están en un manantial de ilusiones que recorren en un valle de dulces lágrimas que dentro de la esfera se formó para proteger aquel sueño que un día tuve al pensar que a mi musa, le iba a mostrar mi gran amor… Era lo único que yo podía hacer en esos días, tanto que el amor me hizo dudar de su existencia en los hacedores de poesía que sólo se limitaban a sufrir por amor. -
Ante estas palabras, fue Notos, que levantó al poeta poniéndolo en pie; le miró y dijo que sabía muy bien lo que él sentía; que no debía olvidar que para encontrar al amor se debe luchar y que un poeta existe porque hay alguien para él en su vida… existe para que de sus labios broten la esencia del amor. Un poeta es aquel que nació con un don para ver y sentir lo que muchos nunca sentirán jamás, es algo que es tú yo tan dentro y tan fuera, que se vuelve con sus creaciones un profeta de la poesía…su vida estará sellada en servir a los versos con sus labios y con sus manos que conmoverán a los amantes de este arte que a la vida le da su esencia de existir…
-¡Eres tú un poeta del amor!... - dijo Céfiro; tomó de las manos al poeta y le dio una rosa de hermoso color carmín. – mira esta flor, es la más hermosa y seductora de las criaturas que el amor ha creado; recuerda sus palabras. Que no importa lo que quisiera o lo que podría realizar. Ella tiene y tendrá un motivo único para existir… Tú la sabes y sabemos que es para servirle al amor. Es su gran motivación ser la que cautive como un regalo a la mujer que espera encontrar el ideal perfecto de saber amar, de estar en manos de los amantes y con su vida y esencia provocar y dar vida al amor… ¡Esa es tu misma tarea!... Y esa es clamar tus versos al amor. Ayer lloraste, hoy llorarás y talvez mañana lo harás de nuevo, pero tendrás la satisfacción de saber lo que es amar de verdad, y si lo haces bien, en tu vida vendrá en verdadero amor que tanto estás buscando…Pero es ahora que tu misión es amar y dar vida a la poesía y que tus versos deben dar el cause al fluir de los manantiales que alimentan a las musas de la poesía.
Entendiste esto querido poeta, tú nos has dado la vida y en gracia a ti hemos cuidado a tu musa que yacía en el olvido de la melancolía…Anda ya que es ella misma la que niega su existir como musa de los vientos del amor…
Ante todas estas palabras, el poeta recobró los ánimos y con una sonrisa que Notos le otorgó con grata calidez, fue llevado ante la musa que era protegida por el viento del norte que era el gran Bóreas que estaba en compañía de las Gracias que lo ayudaban a seguir…
Al ver a la musa en su tristeza, se acercó lentamente y con la rosa en sus manos que Céfiro le otorgó, le susurró al oído que sus versos estaban guardados en una esfera de cristal donde hay un valle que en ella fluye un manantial de todos los versos que están inspirados en su amor…Al oírlo, la musa sonrió y le dijo que ella no era la musa de los vientos, que sólo era ella y que todo no eran más que palabras…El poeta al oírla le devolvió la sonrisa y le explicó que sus versos no sólo eran palabras, que ella si era la musa de sus poesías, y que cada palabra era el dictado de su corazón y que el verdadero poeta es su corazón, pues todo lo que había escrito fue brotada de él y que sólo él es que da al amor su razón de ser…
¡Eres tú!- le dijo tomándole de las manos – Eres tú la que en mis sueños estás metida como un recuerdo que obliga a mis labios decir tu nombre, a decirte que tu eres mi sueño y que eres lo que tanto he deseado y que lo serías para cualquier poeta y cada versista en este mundo estaría en la misma situación. De quererte tanto con sus versos y callar para amarte en el silencio y verte feliz en el camino que las parcas te han designado en el hilo de tu destino.
Se que no puedo meterme en tu destino, pero si puedo tenerte en mis sueños y ahí decirte lo mucho que te quiero y luego de ello, tomar tus manos y volar juntos por mil dimensiones, pues cada parte de ti es una esencia de lo divino; y lo digo así porque para mi eres un todo y una parte de mi vida que se llama amor…-
Al terminar de hablar estas palabras que el poeta dijo con el dictado de su corazón, cogió la mano de la musa y le dio un beso y, llevándola con un gesto de amabilidad poética, la puso en el carruaje que Céfiro trajo para llevarlos a un hermoso prado que era tan parecido al valle que el poeta hizo para guardar los versos de su musa del amor.
Fue así que por un momento el poeta le mostró lo que el amor puede lograr y que la poesía es mucho más que palabras y que su esencia está en el poder de hacer que los poetas logren sus metas y luchen para realizar los sueños que buscan anhelando un mundo mejor…

(Escrita el 26 de enero del 2006)
Setil deBargam

Referencia la las divinidades en esta historia:

Eos: Es la representación de la Aurora, la eterna amante; la cual tiene cuatro hijos que son los vientos de la tierra: Bóreas, Notos, Céfiro y Euros.
Bóreas: Viento del norte fuerte y violento, raptor de doncellas.
Céfiro: Viento del oeste, Es amable y perfumado; su hijo es el arco iris.
Notos: Viento del Sur, es el viento indeciso.
Euros: Viento del este, el que guía los rayos del sol.
Parcas: Eran tres diosas que determinaban la vida humana y el destino.
Láquesis: Una de las parcas, Distribuidora de la suerte y del destino.
La musa de los vientos: Representada en la musa Calíope, la que inspira a la poesía épica.