HUELLAS FALSAS

HUELLAS FALSAS

Después de caminar errante
entre tantos pasos y miradas distintas
me vuelvo a encontrar solo
suplicando colores a una musa que sólo obsequia dolor.

Lentamente fui adornando sus pasos
Y cada brillo que le puse
fue sólo el reflejo de las malditas lágrimas
que expulsé en el secreto de no saber si todo será real.

Intenté comprender que sólo son mis ganas de llorar
lo que me dicta decirle “musa mala”,
pero sé que su silencio siempre me atormenta
cuando nunca está junto a mí.
…
Cuando pude correr hasta quince centímetros de su mirada
me encontré entre sus labios y los amé
hasta que su propia voz me expulsó
hasta este recuerdo casi ahogado.

- ¡Nunca más! -

Le dije mintiéndome
porque mis pies no se ocultarán a sus caminos
que me atraen rasgándome con sus espinas
que sólo ofrecen un dulce dolor.

Lloré mientras caminaba buscando sus pasos,
no eran caminos que yo conocía
porque sólo estaban llenos de silencios
y de papeles que perdieron los poemas que le escribí.

Caminé en sus huellas
diciéndole a mi corazón:

“Nunca más pude encontrar a alguien
que supiera por lo menos de un poco de amor”.

Ya no tengo colores que ofrecer,
sus últimos soplidos los di a esta musa mala
que ni siquiera lee estos versos
que acusan su maldad.

Ahora seré un simple desconocido
que ni sus propias huellas conocerá
cuando me cruce con ella
y sea una mirada extraña la que me haga olvidar su ser.

SETIL DE BARGAM
(DE POEMAS “S”)