FIN DE LA HISTORIA

De Michel Bardales García

 Aquella noche, me aferré a mi soledad y me senté en un mururu de papel y permití que las aguas del río me llevaran lo más cerca de las faldas de la luna. Solo quería contemplarla porque ya no soporto escuchar más a esas desleales estrellas cantarinas.

—¿Por qué la mejor de tus historias está terminando así? —preguntó mi desvelado lápiz aprendiz.

—Es que la ilusión se acabó, mi amigo —le respondí mientras limpiaba mi viejo libro de ficciones—. Le envié mis mejores palabras viajeras y en dos ocasiones les cerró la puerta de su corazón.  No quería aturdirla ni ofenderla, solo quería alegrarme con un poco de su sonrisa.

—¿Estás seguro de eso? —preguntó mi escudero.

—Así es, mi grafitante artista —le respondí abriendo mi libro de historias para mostrarle una página que estaba manchada con las lágrimas de una mariposa azul—. La pobre se fue llorando porque la musa de los girasoles olvidó regar ese hermoso jardín que se marchitó cuando se dejó seducir por el resentimiento y sus malditas ganas de no volver a creer en el amor.

(Imagen de DarkmoonArt_de en Pixabay)