Michel Bardales García
Cuando andaba
solitario en mi mundo de poeta errante, me crucé con una hermosa señorita que
compartió conmigo una candorosa intersección de miradas que el destino
aprovechó para hacer de ese momento el inicio de las mejores historias de amor que
he escrito en compañía de mi lápiz aprendiz.
Todas estas adulantes creaciones las he agrupado en mi pequeño libro de
ficciones que he nombrado como los Poemas “S”.
Desde ese
día, nuestras miradas volvieron a cruzarse en muchas oportunidades. Ella
siempre acompañaba a su anciana y adorable madre a ese lugar que hasta hoy
frecuenta y que todavía sigue llevando consigo esa misma encantadora mirada que
me capturó y encandiló en ese pedestal distante donde siempre pude contemplar
de reojo a sus tiernas provocaciones.
Así fue el
inicio de mis poemas “S”. Solo conformarme con contemplarla de lejos y ser
correspondido de vez en cuando con una pequeña mirada que parecía que me
invitaba a invadir su mundo y mostrarle que yo era un poeta que andaba errante
en busca de un semblante que se convierta en mi eterna musa de inspiración.
—¿Pero cómo
se conocieron? —preguntan mis pequeños versos que están atentos a esta
historia.
—Escuchen
mis niños —les dije a mis versos que atendían con esos ojitos brillantes de
emoción—. En las primeras páginas de ese libro de ficciones, solo relatan esos
cruces de miradas y mis arduos deseos de saber su nombre para ponerla en mis
dedicatorias y saber a quién debía nombrar luego de despertar de esos sueños
que me profetizaban que esa mirada sería la de mi musa principal.
—¿Pero qué
hiciste? —preguntan mis versos cada vez más emocionados.
—Pues verán
—les dije ya cubriéndolas para que duerman—, al no resistir el hecho de solo
conocer su mirada, decidí armarme de valor y escribirle un pequeño poema en
donde me presentaba ante ella como un poeta que la vio como su verdadera musa
de amor.
—¿Qué más?
¿Qué pasó luego? —Insisten mis pequeños.
—Luego de pensarlo toda la noche, desperté decidido a ingresar a la vida de esa futura musa. Adorné mi pequeño poema y doblado como una carta, me lancé ante su presencia y brevemente me dirigí hacia ella para explicarle que esas miradas que nos dimos fue más que suficiente para escribirle esa carta de amor que le entregué como un pacto o contrato que dio inicio a ese romance que fue creciendo día a día. Pesos esos detalles, les narraré otro día, porque ustedes mis pequeños, ya deben dormir para que mañana crezcan y se conviertan en un hermoso nuevo libro que será el hogar de los próximos Poemas “S”.
Imagen de Norma Cabrera en
Pixabay
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO LEER ESTAS HISTORIAS QUE COMPARTO CON USTEDES... ESCRIBAN DEJANDO SUS CRITICAS Y COMENTARIOS SOBRE LO QUE ESCRIBÍ... NO OLVIDEN DEJAR SUS NOMBRES PARA PODER DARLES UNA RESPUESTA INDICADA.......GRACIAS!!!
SI DESEAS RECIBIR LO NUEVO QUE ESCRIBO EN ESTE BLOG SOLO ESCRIBEME A: setilx@hotmail.com