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LIC. MICHEL BARDALES GARCÍA - Especialidad de Lengua y Literatura - Profesor del Área de Comunicación. Poeta, escritor y maestro difusor de la Literatura Amazónica. - Correos: setilx@hotmail.com / arpaganus@gmail.com

miércoles

LA IGNORANCIA Y LA CÓLERA

LA IGNORANCIA Y LA CÓLERA

Iba la cólera muy feliz entre sus desvanes caminando entre sus sonrisas que le llevaban hacia la vereda de la ignorancia. A la cólera le encantada estar cerca de la ignorancia (Metáfora no acertada) descubriendo sus mil maneras de ser.

En cada encuentro, ambos se sonreían y por un lapso de tiempo mágico para ellos, sus manos se ataban en un dulce saludo que profesaba su buena amistad. La compañía de la ignorancia hacía muy feliz a la cólera.

Los relojes pasaban, como siempre lo hacen para cambiar las cosas, que su soplo de tiempo se esparció entre sus pisadas para dar el desenlace de este cuento.

Sus caminos se cruzaron como siempre desde ese lapso de historia; la cólera espero su saludo que le acariciaba el corazón, pero la ignorancia pasó de largo y ni un centavo de mirada le pudo obsequiar o tal vez venderlo por un par de poemas.
La cólera no supo que sucedió con la dulce voz y ese atar de manos de la ignorancia. Pensó tal vez que se enteró de que está distante o le escribió un mal poema que no le gustó… Aun no sabe por qué se guardó su saludo.

Lo único acertado es que desde ese día o poema leído, la ignorancia cambió su gesto amable que le hacía sentir muy especial. Aun siguieron conversando, mediante voces y palabras secas de las hojas de un árbol viejo.
– Mentira - Se decía la cólera; pensaba en ese “Mañana te veo” que al llegar era la misma indiferencia concertada en dos desconocidos que escondían conocerse por medio de poemas que lloran por ellos.

Cada día que pasaba tejido entre su huellas, la cólera era abriga por un creciente abrigo con fibras de tristeza que le obligaban a escribir sus sentimientos en hojas marchitas de un cuaderno abandonado. Cada escrito que hacía se la daba a la ignorancia para recibir su dulce sentencia, lo hizo hasta que su corazón recibió el duro golpe de las palabras que se pronunciaron en el mensaje de la última hoja de un árbol viajero.

- Sólo escribe para sentirte mejor y no para recibir algo a cambio –

Pensó la cólera en las palabras de la ignorancia. Lo hizo sintiendo que lo había manifestado para aclarar su indiferencia y de paso rechazar todo lo que la cólera había escrito hasta ese día. Su corazón enfermó de soledad después de interpretar esas palabras que en el idioma de sus versos decía: -“Si las leo, no esperes nada de mi”- .
Esa fue su traducción olvidando que ella escribía para desahogarse y sacar sus penas al exterior para que no la abrumen dentro de ella.
– ¡mentira! – se dijo entre lágrimas. La cólera sólo quería que sus escritos le gusten a la ignorancia. Nada más.
- ¿Pero de repente la ignorancia no entiende eso? - Se trataba de convencer afirmando que aun eran unos desconocidos y esto lo decía unas páginas rotas donde la cólera escribió:

“Estos días me ha ignorado, pero sé que volveremos a ser amigos, aunque también sé que volverá su ignorancia hecha por su indiferencia a mis palabras y sueños…”

“Es increíble como alguien puede hacerte sentir bien estando lejos, pero cuando lo tienes cerca, simplemente, te ignora y hace que nunca te vio…”

Y cada vez que escribía aumentaba la intensidad de sus palabras, cada vez más duras y algunas escritas sin pensar.
La ignorancia tenía tiempo para las muchas que disfrutaban su “hola” y su grata conversación que con ellas compartía y a la cólera sólo le permitía una breve mirada perdida, disimulada y oscura.

Esta historia tiene un final, un comienzo aproximado, a veces sólo llega hasta un desenlace impreciso y opaco que afirmaba que la ignorancia aun no conocía como era la cólera y no entendía lo que ella sentía. La ignorancia siempre le decía palabras que a veces le ayuda y muchas veces confundían su extraño corazón.
Le decía que aún le falta mucho por vivir, lo que la cólera sólo le podía decir “Si sucede lo que ya me pasó, ya sabré que hace…”.

En fin, dejando todo atrás, los escritos sin pensar, las tristezas obligadas a ser olvidadas, escribiré lo que debo manifestar: Cuando la ignorancia deja el recuerdo de su nombre detrás de sus pasos, expande el nacimiento de la rabia que seduce a la cólera a decir:

“No quiero perder a la ignorancia, aunque a veces me es indiferente, es una gran amigo, alguien que tiene el alma igual a la mía… ALMA DE POETAS”.

Epilogo de una historia sin final

“La ignorancia y la cólera”, nombres que mis tristes palabras les llamaron por ser esos calificativos las actitudes que los gobiernan. En ellos se rige ese detalle cuando él la ignora y hace sentirla inexistente haciendo que ella sienta cólera al verse sentada en la oscuridad esperando aquella mirada disimulada que ya se acostumbraba a recibir.
Sus verdaderos nombres son: Poeta y niña. Personajes de una breve historia que no terminará hasta que él se olvide de esta poetiza que sueña un momento con la persona que terminará pensando sólo en sus musas y sus desconocidas ninfas.
La niña lo recordará por las muchas historias que escribió de su ser y que aun no las puede leer. Lo hará cuando su mirada disimulada regrese a su lado para tomar de nuevo sus manos llenándola de esa magia que hará nacer las historias que en su nombre se describe la razón de llamarlo el amigo que nunca encontró. Lo hará escribiendo mientras escucha aquella canción que le dice que nunca encontrará a alguien que se parezca a él.

EVELIN ALANA ROJAS ALVA
LA POETIZA DE LOS SUEÑOS

3 comentarios:

  1. leendo esto te voy a preguntar:¿xq no me conversabas, que te habian dicho y que derrepente tu creiste no se, te habras enterado de algo. oyesito, yo escribi esto teniendo en cuenta tu comportamiento conmigo de verdad, cambiaste, me diste colera y rabia ahi, pero soy calladita, no digo nada y para seguir con la personalidad que me identifica me voy a al fondo donde esta la oscuridad.

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  2. la colera ya se habia cansado de la misma historia, ya que no habia respuesta a sus preguntas decidio olvidar todo, para que seguir luchando si de todas maneras lo que ella haga nunca servira para nada, la dejaran a un lado....
    La niña solo ve lo que haces....ahora solo vera y llorara en silencio

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  3. Esa historia la haces tú con la inseguridad que le pones a esta amistad que un día te dije que te la daba completa llena de ese algo poético que nos hizo ser amigos.

    Recuerda que también soy poeta y muchas veces vivo mi mundo interno para también estar solo. Recuerda también hay muchas vocesitas que también debo escuchar y prestarles atención... Es mi tarea.

    Muy buena esta historia que edité tratando de no salirme de lo que querías expresar.

    Soy tu amigo... No te ignoro... Soy poeta y el que debe escuchar a esas vocesitas alborotadas que también quieren que les preste atención. Ahí estaré.

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