CORAZÓN OCUPADO

 

de Michel Bardales García.

 —¿Qué te sucede? —preguntó mi curioso lápiz aprendiz.

—¡Ay compañero mío! —Le respondí rozando mis dedos por su dura piel—. La nueva musa que hemos encontrado se atrevió a abrir la puerta de mi corazón.

—¿Qué encontró ahí dentro? —preguntó tapando su boquita en son de admiración.

—Mi querido amigo —le expresé contoneando su cuerpo en mi mano—, temo que fue muy pronto su intrusión a mis páginas palpitantes. Entró feliz exhibiendo su radiante y nueva sonrisa que aperturaba luego de sanar su corazón; pero al ver que mis recuerdos se habían atado para no salir de mis faces, se dio media vuelta y salió corriendo entre lágrimas porque entendió que mi corazón aún estaba ocupado por la promesa de un cuento anterior.

(Luego, atado a mi cómplice, lloramos por varios días hasta que se nos ocurrió malignamente dibujar un duplicado de mi corazón)

Imagen: Cortesía@Pixabay