TU IMAGEN PROHIBIDA

Cuando tu Imagen se me fue Prohibida para Soñar
(Dedicado a la imagen de la dulce musa Dilam)

I

En el principio de tu historia
sólo conocía el ligero recuerdo de tus ojos
que llegaron a mi con un interpaso
que destruyó mis incertidumbres
dejando en mí una lagrima
que hasta hoy lloro por sus fantasmas
que me ponen frente a la mirada de la escaleras
del enigma de tu amor.

II

Fue tu recuerdo un susurro leve
que aprendí a grabarlo en tus idas y vueltas
pero todas lejos de la mirada que yo quería soñar.
Y fue sólo la brisa de tus pasos
que me otorgaron sin tu permiso
una corta mirada tuya
pero suficiente para soñar cada paso
que en tus huellas mis manos
te harían la más linda musa de su amor.

III

Desde ese recuerdo tuyo
me he vuelto un seguidor de tus pasos
y en cada huella que dejaba tu mirada
mis sueños las adornaban de versos y las hacían historias
que tenían como esperanza conocer tus labios
con cada palabra que en ellas
tenían como parte de tu ser.


IV

… Al encontrar tu imagen.

Navegaba apacible en el recuerdo de tu olvido
cuando unas olas me trajeron
una imagen tuya que traía tu sonrisa
y unas palabras de tu voz.
Mis historias crecieron y tocaron las estrellas
que adornaban tu sonrisa
y vi cada detalle de tu rostro
y mis manos estaban seguros
pues confirmaban que tu eras su musa
que se movía al compás
de todos sus versos de ilusión.

V

Pero esa imagen estaba prohibida
y sólo estaban en ella los que tu permitiste
andar junto a ti.
Como aquellas dos sonrisas que siempre están contigo
y que también estuvieron en mis sueños
diciéndote que expulses este verso
que no tiene por que venir.

VI

¡Mi presencia fue advertida en tus sentidos!

Viste mi imagen y cerraste cada espacio
que podría dejar que yo te viera otra vez.
Con tu sentencia borraste tus huellas
y no pude encontrar el camino hacia tus ojos
y me di cuenta que tu misma
me alejaste de escribirte
una nueva historia dedicada hacia tu ser.

VII

Yo conozco mil caminos
y en cada uno estaba un recuerdo tuyo
pero tu imagen estaba prohibida
y regresé a casa y no quise escribirte más.

Sacudí mis manos y guardé mis papeles
pues era hora de volver
y no soñar más en la imagen
que tu misma me sentenciaste para olvidar.

… El ultimo verso que nació en ti,
tuvo un nombre que nunca pude pronunciar:

D… que en tus ojos nunca podré dejar de soñar.

(Escrita el 09 de febrero del 2008)
(Setil de Bargam)