CUANDO EL TIEMPO LOGRE ABRIR MIS PUERTAS

CUANDO EL TIEMPO LOGRE ABRIR MIS PUERTAS

- ¡Mi ser es el templo de su mirada! –

Desde aquel cruce de miradas que nació de casualidad
no sabía a dónde irme para poderla ver y grabar en mi mente
un poco más de ese recuerdo suyo que a mis cuatro espejos hizo temblar.

Mi memoria es frágil y mis recuerdos son llorosos
por todo el azote del tiempo que me hizo olvidar el amor.

Por ello,
en el décimo encuentro de nuestros ojos,
un verso mío sedujo al recuerdo de su mirada
para que me acompañe a un lugar donde su ser es el altar
de todos los poemas que ya habían nacido
sin que ella las pudiese conocer.

El recuerdo de su mirada era tan dulce y noble
que no me preguntó quién era y no tuvo dudas
de este poeta que le invitaba a soñar.

Sin que ese recuerdo lo supiese
cerré las puertas de entradas y salidas de mis pensamientos
para que no pueda salir de mi mente
y su amor se mantenga en mi ser.

La guardé oculta en mí ser
y podía tenerla para soñar todas esas aventuras
que viví en cada sueño que tejí
cuando la volvía a recordar.

Lo hice así hasta que una noche de sueños de aventuras
ese recuerdo llegó cansado
y sólo pudimos recostarnos y hablar.

Miramos el cielo por la ventana
y al mirar sus ojos entendí que debía liberarla de mi ser.

La belleza de su mirada radicaba en su enigma de ser libre
y de todos esos detalles que la hacen correr
por todos los prados que incluso yo
desconozco de su creación.

Entendí que poco a poco su magia se desvanecía
y el tiempo no demoraría en llegar a mí ser
y con sus manos de olvido llevaría ese recuerdo
a un lugar muy lejos de donde yo sólo la pueda soñar.

SETIL DE BARGAM
ESCRITA EN DICIEMBRE DEL 2009