De Michel Bardales García
¡Ay mi querido maestro Arguedas!
No obtuve
el don de tus manos pero sí la expresión y lamento de tu alma.
De niño también fui visitado por la muerte y se
quedó a vivir conmigo alimentándose de mis alegrías. Por
eso, como tú, solo soy un hombre de breves sonrisas
y no de enlucidas carcajadas.
Y a pesar
de que mi tiempo de estar a tu lado ya ha llegado, aún me falta escribir ese
verso o relato que también me vuelva inmortal. Espérame. Espérame maestro que
tu alma me ha cobijado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO LEER ESTAS HISTORIAS QUE COMPARTO CON USTEDES... ESCRIBAN DEJANDO SUS CRITICAS Y COMENTARIOS SOBRE LO QUE ESCRIBÍ... NO OLVIDEN DEJAR SUS NOMBRES PARA PODER DARLES UNA RESPUESTA INDICADA.......GRACIAS!!!
SI DESEAS RECIBIR LO NUEVO QUE ESCRIBO EN ESTE BLOG SOLO ESCRIBEME A: setilx@hotmail.com