TITILANTES TESTIGOS

De Michel Bardales García

 En mis desoladas noches, suelo acostarme en las faldas de la luna para pescar algunos sueños y silbar la canción que la musa de los girasoles le había obsequiado a mi letrado corazón para que sea el himno de ese amor que nacería  y crecería de verso en verso. Hasta en mis sueños lo tarareo mientras busco encajar en su andar.

—¡Qué bonita canción! —Dijeron en coro algunas traviesas y titilantes estrellas cantarinas que tenían la costumbre de seguirme porque deseaban presenciar el primer beso de amor que se darían el Poeta Sol y su florida Mariposa Azul.

—No importa si es de día o de noche —decían mientras tomábamos abundante café para poder escribir más versos durante toda la noche—. Nosotras estaremos firmes y en vigilia esperando con ansias ese dichoso día.

(Imagen de Mystic Art Design en Pixabay)