RECUERDO HABLANTE

RECUERDO HABLANTE

I

Con todo el miedo de mis ojos
su recuerdo llegó a mis visiones
y me puso en las luces
que me sedujeron hasta perseguirla
a un lugar donde sus labios
me mostraran el rostro de su voz.

II

Con ese miedo fuimos atrapados en algún eslabón del tiempo
donde una melodía del viento
me invitó una fragancia de su frágil voz
que iba acompañado de su sonrisa
que adornaba el recuerdo que me atraparía
para soñar en sus labios.

III

En un barquito de papel
que hice con una hoja de un arbolito soñador,
empecé a navegar hacia la luna
porque su recuerdo que me había atrapado
me decía que su sonrisa
debía estar retratada en la luna
para que cuando sueñe en un verso suyo
levante mis ojos para saber
que ella está ahí
soñando con el poeta
que le envía su corazón

Más allá del III

Me guiaré del brillo que la luna ofrece
a sus poetas viajeros
que buscan en sus faldas
el recuerdo que sus musas
dejaron con su voz
para que sus figuras se graben
en los ojos de los poetas
que verán a la Luna para recordar
la belleza de su amor.

IV

Y será el tiempo un amigo traidor
que hará de su recuerdo una trampa
que envolverá mis pensamientos
en sus pasos que se fueron
dejando sus huellas en cada respiro de mi imaginación.

(Aprendí a reconocer sus huellas
y a correr en busca del camino de sus ojos)

V

Estaré atrapado por su recuerdo hablante
que susurra a mis sentidos
que busque todas tus huellas
y las junte para escribir una historia
que sus propios labios
le darán vida en la imaginación de su corazón.

Volviendo al II

Estaremos atrapados en el tiempo
que ha guardado un destino
para nuestros latidos
que se han encadenado
para escribir una historia
que ha nacido por el hecho de una sentencia delicada
donde me senté en la idea
de verla cada día hasta el minuto
en que la pudiera encontrar…

Breve final

Los ecos de mi visión
observan el cielo nocturno
para encontrar una estrella
y pedirle que sus pasos
estén muy cerca de mi…
…

Como aquel rastro que siguió sus propias huellas
para aventurarse en la brevedad
de poderla encontrar.

Escrita el 05 de junio del 2009
Setil de Bargam