SUEÑOS DE UN VERSO ENAMORADO

SUEÑOS DE UN VERSO ENAMORADO

Después de escribirle durante meses
y de llorar en mi silencio,
la luna que escuchó mis penas
pudo al fin cumplir mi petición.

El tierno poeta, al que dedico mis poemas,
aceptó mis versos como un símbolo de amor;
se ha sentido seguro al saber que lo amo,
y no me rechazó como lo hizo la última vez.

Era una noche como todas las que hay,
lo encontré sentado sin hacer nada,
y así quise aprovechar esa valiosa oportunidad.

Le había hecho un poema ofreciéndole mi amor
a cambio de su cariño y aceptación.

Le decía lo que yo más sentía

¡Le estaba declarando mi amor!

Había dado todo de mí en ese poema.

Fui decidida, le hablé bonito y se lo di,
me había dicho que le encantaban mis poemas
y creí que ésta dedicada a él, le gustaría aun más;
pero creo que no fue así,
lo único que hizo fue guardarlo en su folder
y botarlo a un lado;
y eso que le gustaban mis poemas.

Ya no le empecé a creer,
creo que sólo lo decía por hacerme sentir bien.

Me harté y con mucha ironía le dije:
¡Gracias!
Y en esa noche luego de mi rabieta comenzó a llover.
…

Pasaron los días y sólo conversamos poco,
ambos sabíamos que habíamos hecho mal
y poco a poco la confianza regresó a nuestras palabras
y seguimos como antes.

(Nos volvimos buenos amigos después de eso)

Me invitó a su cueva (Así le llama)
Para que me enseñara a soñar
y yo fui gustosa llevando los tesoros de mi corazón.

Llevé todos mis poemas que por meses guardé
pero él ya no tomaba interés,
ya era parte de mi pasado.

Estuvimos entre risas
hasta que, luego de ver un cuaderno con su nombre,
su tono de voz cambió y comenzó a hablarme
de una forma muy dulce y tierna.

Acto Debutante

Poeta: ¿Mi nombre? ¡Hum!... ¡Soy poeta! ¿Sabes escribirle al amor?
Niña: ¿Poemas de amor?... Eso es parte de mi pasado.
Poeta: ¿Pasado? Si aun te falta mucho para que me digas que tienes pasado.
Niña: Pero ya todo está consumido por el olvido.

(Interrumpiéndome)

Poeta: ¿Por qué son dedicadas a mí?
Niña: ¿A ti? ¿Acaso lo leíste?
Poeta: He navegado en muchas palabras tuyas.
Niña: Pero guardaste el último poema que te escribí.
Poeta: ¿Quieres saber por qué no las quise leer?
Niña: Si por favor.

(Me mostró su mundo en sus papeles y en la música que gusta escuchar)

Nota: En sus palabras me decía que sabía amar de verdad pero a mí sólo me pudo decir:

Poeta: No podía sentir lo mismo que tú, yo no puedo enamorarme.

Telón breve

¡¡¡Alerta de palabras!!!

Causaron un trauma en mi ser
que quería llorar pero se contuvo.

(Quería que viera que soy fuerte)

Escena 2009

Niña: (Intentaré entenderte)… Sólo escribo cosas del pasado.
Poeta: Pero en tus manos veo un poema recordándome.
Niña: ¿Lo viste?
Poeta: Me pareció verme en tus palabras… ¿Ojos de color miel?
Niña: ¿Eso crees? Lo saqué de mi imaginación.

(Bajando la mirada)

Vi en sus ojos de color miel que dudaban de mis palabras que disimulaban lo que yo sentía mientras él se acercaba a mí.

Poeta: ¿Me amas?
Niña: (Atrapada entre su mirada) ¿Yo? ¡Nunca!

En lo más oculto de mi mente: Yo no te amo, es mi corazón quien te busca y le dice a todos mis sentidos que te ame mucho más cada día.

Prematuro final

En ese intenso momento,
de sus lindos ojos color miel
salieron unas lágrimas que acompañé
mientras navegábamos en el manantial de sus ojos
que nos condujo a juntar nuestros labios
en un dulce BESO que no podré olvidar.

¡Esperen!

No hubo manantial que yo pudiese refrescar mi sed de su amor,
eso nunca pasó, sólo fue un sueño.

¡Un maldito sueño que nunca llega!

Sólo fueron tres monedas de ilusiones
que responden mis propias dudas
cuando me pregunta si lo amo
sabiendo que estoy despertando lejos
de lo que él lee creyendo
que todo esto es sólo un sueño de pequeña niña.

EVELIN ALANA ROJAS ALVA
EDITADO POR SETIL DE BARGAM