EL REFLEJO DE LA LUNA

“LAS SIETE MUSAS DEL POETA”

EL REFLEJO DE LA LUNA

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Cuando la musa de los sueños
recibió su décimo poema
lo guardó en las líneas de sus manos
que tenían los enigmas de su destino.

Era de noche cuando la musa observaba sus manos
para distinguir cual era la palabra más especial.

Ella disfrutaba de todos los versos
y jugaba con ellos para alegrar su corazón.
…
La luna que observaba desde su ventana
envió hacia ella uno de sus velos
que se disfrazó de un espejo
que tenía la magia de un poema astral.

Cuando la musa se vio en el espejo
pudo notar que a su alrededor se encontraban
las demás inspiraciones que habitaban el mundo de los poetas.

Eso enfureció a la musa
y rompió el espejo cortándose las manos.

- ¡Ay niña!
¡Qué has hecho de mi pobre espejo! -

La musa se sorprendió porque era la misma luna
quien le hablaba desde su ventana.

- Aquellas son las seis musas
que habitan en el mundo de los poetas.
En ellas se escriben todas las historias
que se recitan en la asamblea de poetas.

Hoy se canta a la musa de cristal.

- Pero el hacedor de versos
me ha dicho que soy su musa
y su verdadera razón de escribir. –

Dijo la musa de los sueños
dudando de los escritos que habían en sus manos.

- Sé que esperas el despertar del poeta
para pedirle que te invite a conocer ese mundo
que sólo lo pueden ver los que saben soñar.

Aun no debes ir a ese lugar,
todavía hay versos perdidos
que son dominados por el caos y la pena de existir.

Alguien debe ir a ese mundo
y proclamarte como su única inspiración.

¡Mira aquel espejo!

Es el que le di al hacedor de versos
para que pueda ir al mundo de los poetas.

Acércate y mira en él. -

La musa se acercó y vio que su reflejo
sonreía y tenía vida propia.

Se alejó asustada pero vio como su reflejo
no se movía de aquel espejo.

- ¡Cálmate niña!

¡Ven y abrázame!
Yo te daré un sueño hermoso
y cuando el mundo de poetas esté listo
podrás ir y reinar en el corazón de su creación –

Al decir esto,
la luna pasó sus manos sobre los ojos
de la musa que se sumergió en un sueño
que no se puede escribir.
…

- ¡Es la hora!

¡Acércate!

Toma el reflejo de la musa
y apodérate de ella para ser la séptima musa de los sueños. -

Con estas palabras la luna
se retiró llevándose a esa musa que dormía
sin los sueños que se escribían.

Luego una silueta salió de las sombras
y entró al espejo para ser parte de aquel reflejo
que esperaría al poeta para hacerle soñar.
…
Y el poeta vino
y sus manos fueron tomados por ella.

14 de Enero del 2010
SETIL DE BARGAM
(DE LAS SIETE MUSAS DEL POETA)