"CUANDO DEJASTE MIS LLAVES"

Michel Bardales García

 En el último capítulo de nuestra historia —ya no sé si decirlo de amor— aún tenías la llave que te había otorgado pensando que habías cambiado y que toda aquella noticia de infidelidad solo eran malos entendidos. Pero una foto en redes sociales te delató y se cayó toda tu mentira. Solo te escribí un mensaje diciéndote todo lo que ya sabía. Esa tarde me senté a escribir un poema libre y sin nombre. Sabía que llegarías en cualquier momento. Busqué todo lo que era tuyo —lo poco que quedaba— y lo puse en una bolsa vieja y sucia —así como tú pusiste nuestro amor en el tacho de la basura—.

Llegaste y te paraste temerosa en la puerta. No te miré y seguí escribiendo. Te acercaste y volteaste mi silla rotatoria y te sentaste en mi pierna y me diste un beso —por eso ahora sé el sabor del beso de judas—. No cerré los ojos ni moví los labios y mis brazos se mantuvieron caídos. Solo te mostré la bolsa que estaba detrás de la puerta. Lo recogiste y me entregaste mis llaves besándome la frente. Caminaste tres pasos y viste que no volteé ni para despedirme. ¿Para qué hacerlo? Si ya sabías que tu último acto de amor por mí —por fin— era salir de mi casa y cerrar por última vez esa vieja y cansada puerta que muchas veces nos vio llorar.

 IMAGEN/CORTESÍA@PINTEREST

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