"TENÍAS QUE REGRESAR"

Michel Bardales García

Nuestra historia (de color verde claro) fue muy bonita desde su nacimiento hasta el último minuto antes de su confesionario final. No fue extensa, pero fue la mejor que he vivido en todas páginas de mi libro de madrigales. Todo comenzó con el descubrimiento de una mirada tímida y una de esas sonrisas que te invitan a soñar. Luego, mi poesía fue a buscarte y tocó la puerta de tu corazón muchas veces. Al principio no querías recibirlas y trataste de no escuchar mis declaraciones de amor. Recuerdo que desapareciste de pronto y pensé que solo habías sido un bonito espejismo. Seguí mi vida y busqué en otras páginas a una nueva inspiración. Y cuando estaba a punto de rehacer mi poesía, apareciste de nuevo (más hermosa y divina) y esta vez estabas dispuesta a dejarte llevar por el amor.

Nuestro cuento purpurino se mantuvo en secreto. Solo importaba lo que nosotros opinábamos. Sabíamos que era prohibido, pero no de la forma que más adelante descubrí. A los tres meses, cuando el sueño estaba en su mejor color; no pudiste soportar más la culpa y me confesaste que, en realidad, yo solo era un intruso que estaba a punto de destruir la historia de amor de alguien más. Desde ese día, lo que más recuerdo (y lo vivo en mis sueños) es que te despediste de mis páginas diciéndome a oído: “Me regreso con él, pero al que amo realmente con todas mis fuerzas es a ti, te amaré por siempre, mi amor”.

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