“Musa de los sueños”
MALABARES DEL TIEMPO
*******
EL CIRCO DEL DESTINO
En una de las huellas
que dejó un sueño recién nacido
se encontraba un pequeño circo
que atrajo la atención de mis sentimientos.
Y por algún mágico parpadeo de mis ojos
mi ser le acompañó para ver a la atracción principal
¡El domador del tiempo!
Todos le aplaudían mientras jugaba con el tiempo
y mostraba con espejos
a todos los que en sus manos
bailaron por un espacio en sus vidas.
Cuando llegó el turno de su número especial
observó a los presentes y fue su voz
que pronunció el nombre de mis versos
diciéndome que suba a participar
en su encuentro con el tiempo.
******
LAS MANOS DEL TIEMPO
Cuando subí al estrado
pude ver dentro de los ojos de aquel domador,
y me di cuenta que se trataba
de aquel anciano que un día intentó robar
el medallón del tiempo.
(Al parecer lo pudo hacer)
Cuando lo descubrí,
ya era tarde porque su magia me detuvo
y me atrapó en sus manos
que llevaban en sus cuerpos a la balanza del tiempo.
******
¡Mano izquierda!
La palma de su mano tenía un hermoso brillo
que me hizo verlo como un espejo
que me mostró el futuro de mi voz.
Estaba a diez kilómetros de nuestros días
y en esos caminos te pude encontrar muy cerca de mi.
Ambos estábamos tomados de las manos
y nuestros dedos conjuraban dichosos sueños
donde nuestro amor crecía mucho más
en esas aventuras que yo mismo iba a construir para ti.
Una bella canción nos acompañaba
y era el testigo del baile de nuestros labios
que iban al compás de ese ritmo ciego
que tenía cerradas nuestras miradas.
Cuando abrí los ojos para aventurarme en los tuyos
los dedos de un reloj fugitivo
me los cerraron de nuevo
porque el domador del tiempo
extendió sus manos para hacer un truco más.
*******
¡Mano derecha!
Mis pies caminaban hacia atrás
y por un bostezo del destino
me di cuenta que estaba en el pasado de nuestros pasos.
Lo supe al verte ensayando tu canto
en medio de las muchas sonrisas que también conocí.
(Estaba también la que me hizo escribir
“El jinete de almohadas”
y otras historias más)
Pero esta vez mis ojos
no la miraron a ella;
esta vez mis sentidos tenían el recuerdo
de lo mucho que te iba a querer.
Estuve ahí escuchando tu voz de angel
recordándome que desde ese punto de nuestras vidas
perderíamos mucho tiempo
hasta el día en que nos pudiéramos conocer.
Tu mirada era más linda al que recordaba,
mucho más de lo que años atrás lo pude ver.
No soporte tal pérdida de tiempo,
y sin importarme las voces que nos miraban
te jalé de las manos
y llamé la atención de tu mirar.
Estuvimos frente a frente
y te habló mi corazón:
- ¡El tiempo me ha traído hacia ti!
¡Musa de mis sueños!
Me ha hecho ver nuestros pasos
y ahora sé que no debemos
perder ni un minuto más de nuestro amor. -
Tú escuchaste asustada
y no dijiste palabra alguna.
Te conté como nos conocimos
y cómo fue el primer sueño
que te hizo mi musa y mi inspiración dorada.
Pero era el tiempo de nuestros antipasos
y tú sólo veías a un loco
que decía cosas sin sentido.
Sonreíste y me diste las únicas palabras
que en ese lapso de tiempo me pudiste dar.
- ¡Son sólo sueños tuyos! -
Lo dijiste directamente a los oídos de mi corazón
que pudieron notar como tus pasos
se alejaban de este loco
que sólo te dio temor.
Y cuando me resigné a tu rechazo
algo mágico pasó.
Te diste vuelta y me regalaste una sonrisa
que acompañó a las palabras
que nunca se irán de mí.
- ¡Yo creo en los sueños!
Si realmente vienes de más allá de nuestros pasos
¡Búscame!
¡Encuéntrame y no olvides declarar tu amor!
Te esperaré y soñaremos
a que yo misma regreso hacia mí
para decirme que no desconfíe de tu voz.
¡Búscame!
Y juntos viviremos esta historia de amor. -
Al escuchar tus palabras
la emoción de mis sentidos
me insistieron a correr hacia ti
para darte un abrazo.
Pero cuando estuve cerca de tu mirada,
unos aplausos vibraron desde mis pies.
- ¡Viva el domador del tiempo! -
Y yo desperté de su número
y me senté a ver como se llevaba a un poeta más.
MALABARES DEL TIEMPO
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EL CIRCO DEL DESTINO
En una de las huellas
que dejó un sueño recién nacido
se encontraba un pequeño circo
que atrajo la atención de mis sentimientos.
Y por algún mágico parpadeo de mis ojos
mi ser le acompañó para ver a la atracción principal
¡El domador del tiempo!
Todos le aplaudían mientras jugaba con el tiempo
y mostraba con espejos
a todos los que en sus manos
bailaron por un espacio en sus vidas.
Cuando llegó el turno de su número especial
observó a los presentes y fue su voz
que pronunció el nombre de mis versos
diciéndome que suba a participar
en su encuentro con el tiempo.
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LAS MANOS DEL TIEMPO
Cuando subí al estrado
pude ver dentro de los ojos de aquel domador,
y me di cuenta que se trataba
de aquel anciano que un día intentó robar
el medallón del tiempo.
(Al parecer lo pudo hacer)
Cuando lo descubrí,
ya era tarde porque su magia me detuvo
y me atrapó en sus manos
que llevaban en sus cuerpos a la balanza del tiempo.
******
¡Mano izquierda!
La palma de su mano tenía un hermoso brillo
que me hizo verlo como un espejo
que me mostró el futuro de mi voz.
Estaba a diez kilómetros de nuestros días
y en esos caminos te pude encontrar muy cerca de mi.
Ambos estábamos tomados de las manos
y nuestros dedos conjuraban dichosos sueños
donde nuestro amor crecía mucho más
en esas aventuras que yo mismo iba a construir para ti.
Una bella canción nos acompañaba
y era el testigo del baile de nuestros labios
que iban al compás de ese ritmo ciego
que tenía cerradas nuestras miradas.
Cuando abrí los ojos para aventurarme en los tuyos
los dedos de un reloj fugitivo
me los cerraron de nuevo
porque el domador del tiempo
extendió sus manos para hacer un truco más.
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¡Mano derecha!
Mis pies caminaban hacia atrás
y por un bostezo del destino
me di cuenta que estaba en el pasado de nuestros pasos.
Lo supe al verte ensayando tu canto
en medio de las muchas sonrisas que también conocí.
(Estaba también la que me hizo escribir
“El jinete de almohadas”
y otras historias más)
Pero esta vez mis ojos
no la miraron a ella;
esta vez mis sentidos tenían el recuerdo
de lo mucho que te iba a querer.
Estuve ahí escuchando tu voz de angel
recordándome que desde ese punto de nuestras vidas
perderíamos mucho tiempo
hasta el día en que nos pudiéramos conocer.
Tu mirada era más linda al que recordaba,
mucho más de lo que años atrás lo pude ver.
No soporte tal pérdida de tiempo,
y sin importarme las voces que nos miraban
te jalé de las manos
y llamé la atención de tu mirar.
Estuvimos frente a frente
y te habló mi corazón:
- ¡El tiempo me ha traído hacia ti!
¡Musa de mis sueños!
Me ha hecho ver nuestros pasos
y ahora sé que no debemos
perder ni un minuto más de nuestro amor. -
Tú escuchaste asustada
y no dijiste palabra alguna.
Te conté como nos conocimos
y cómo fue el primer sueño
que te hizo mi musa y mi inspiración dorada.
Pero era el tiempo de nuestros antipasos
y tú sólo veías a un loco
que decía cosas sin sentido.
Sonreíste y me diste las únicas palabras
que en ese lapso de tiempo me pudiste dar.
- ¡Son sólo sueños tuyos! -
Lo dijiste directamente a los oídos de mi corazón
que pudieron notar como tus pasos
se alejaban de este loco
que sólo te dio temor.
Y cuando me resigné a tu rechazo
algo mágico pasó.
Te diste vuelta y me regalaste una sonrisa
que acompañó a las palabras
que nunca se irán de mí.
- ¡Yo creo en los sueños!
Si realmente vienes de más allá de nuestros pasos
¡Búscame!
¡Encuéntrame y no olvides declarar tu amor!
Te esperaré y soñaremos
a que yo misma regreso hacia mí
para decirme que no desconfíe de tu voz.
¡Búscame!
Y juntos viviremos esta historia de amor. -
Al escuchar tus palabras
la emoción de mis sentidos
me insistieron a correr hacia ti
para darte un abrazo.
Pero cuando estuve cerca de tu mirada,
unos aplausos vibraron desde mis pies.
- ¡Viva el domador del tiempo! -
Y yo desperté de su número
y me senté a ver como se llevaba a un poeta más.
07 de Enero del 2009
SETIL DE BARGAM
(DE MIRADAS DE ENSUEÑO)
nunca perdiste la esencia k pense k ya no tenias,k xvr saber k sigues escribiendo como tu ya desde antes lo hacias...
ResponderEliminark xvrrrrrrrrrr
cindy mori pinto
Uno nunca deja de ser poeta... aunque lo quisiera pero cuando la inspiración llega no hay manera de escapar de aquel escrito que puede nacer...
ResponderEliminarSiempre escribiré... A veces solo cambiaran los temas pero eso no me quita el hecho de ser poeta de ese mundo que he creado gracias a las musas.
Cuando la termine es obvio que las historias tendran un final y ya no tocare ese tema... hasta es posible que escriba un postmundo de sueños... no se sabe... todo depende de lo que se viva...
Por ahora a seguir escribiendo sobre ese mundo creado.
Gracias por leer lo que escribo.