ME HE DADO CUENTA
Ayer he abierto dos bloques de mis ojos
y pude entender que sólo miraba al cielo
mientras mis pies caminaban solos
y tropezaban con las piedras de mi edad.
Prometí estar solo
y por ello rotaron en mí las mentiras
que mantuvieron ocultos mi querer.
Mi voz de poeta ayudó a caminar
a esas lágrimas derramadas
que hoy luchan por la cumbre de su vida.
¿Pero qué palabras me ayudaron a mí?
¡Incrédulo de mis propias voces!
Les di soplo de vida
mientras yo quedaba vacío
llenándome de una soledad que aprendí amar.
Pensé que mi destino era eso,
pero me he dado cuenta
que me detuve en una esquina
para pensar a quien dar mi visita
y me encontré que no hay caminos abiertos
porque fui yo quien les puso un ego asfalto en su andar.
¡Pude ver mis pasos huérfanos!
¡Me encontré solo!
Todos me miraban y no entendían mi lejanía.
Caminaban dando vueltas a mis misterios,
deseando estar cerca e invitarme su luz;
pero los ladridos de mi terquedad
mordían sus manos que pretendían tocar mi rostro
que lloraba un extraño pesar:
¡Soy poeta!
Pero me di cuenta
que tengo piel humana
y por ello mi sangre quiere volver a vivir
en ese niño que aun no vio al poeta que es hoy.
Ayer he abierto dos bloques de mis ojos
y pude entender que sólo miraba al cielo
mientras mis pies caminaban solos
y tropezaban con las piedras de mi edad.
Prometí estar solo
y por ello rotaron en mí las mentiras
que mantuvieron ocultos mi querer.
Mi voz de poeta ayudó a caminar
a esas lágrimas derramadas
que hoy luchan por la cumbre de su vida.
¿Pero qué palabras me ayudaron a mí?
¡Incrédulo de mis propias voces!
Les di soplo de vida
mientras yo quedaba vacío
llenándome de una soledad que aprendí amar.
Pensé que mi destino era eso,
pero me he dado cuenta
que me detuve en una esquina
para pensar a quien dar mi visita
y me encontré que no hay caminos abiertos
porque fui yo quien les puso un ego asfalto en su andar.
¡Pude ver mis pasos huérfanos!
¡Me encontré solo!
Todos me miraban y no entendían mi lejanía.
Caminaban dando vueltas a mis misterios,
deseando estar cerca e invitarme su luz;
pero los ladridos de mi terquedad
mordían sus manos que pretendían tocar mi rostro
que lloraba un extraño pesar:
¡Soy poeta!
Pero me di cuenta
que tengo piel humana
y por ello mi sangre quiere volver a vivir
en ese niño que aun no vio al poeta que es hoy.
SETIL DE BARGAM
(DE POEMAS “S”)
estas a tiempo aun puedes tener compañia.
ResponderEliminarla edad no kiere decir que te queda menos tiempo, el estar pensando en eso haces k el tiempo pase mas rapido...
no desperdicies tu tiempo...
No es mi desesperación tener compañia... solo es una indagación a mi personalidad errante y lo rapido que olvido a las personas... muy gusto por quedarme solo...
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