CARTAS A MI PARTE MÍA - POEMAS

CARTAS A MI PARTE MÍA

(A Sugey Bardales García)

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TE FUISTE PARTE MÍA

Ha llegado ya la segunda noche que ya no escucho el suave murmullo de tu voz;
Te has ido privándonos de tu rostro y de tus pasos suaves que a veces eran como un leve viento solitario que iba y venía con tus silenciosas sonrisas.
Te has ido parte mía pensando que no te quería… Ves ahora como mis lágrimas empañan el frío vidrio que nos separa e impide besar por segunda y última vez tu pálida mejilla.
Te fuiste con nuestros juegos y con tus ojos a quien preguntaba si tal prenda me quedaba para salir.
Te fuiste con tus manos que terminaban mis trabajos cuando no los podía hacer y que nunca pude pagarte aquellos cinco soles por hacer mi caligrafía.
¡Regresa para pagártelos hermanita!
Te fuiste con tu sensibilidad que acompañaba tus labios cuando eras tú la primera que leía lo que había escrito para ver si te gustaba…
Eras tú la que sabía de mis sueños y que las seguías cuando en secreto escribías tus poemas que hoy los guardo junto a mis lágrimas que la deleitan.
Es la segunda noche que te fuiste parte mía y me da más temor cuando escribo estas líneas sin sentido porque sé que tus labios ya no las leerán más.

(Escrita el 23 de setiembre del 2006)

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PRENDAS

Tu partida aún es temprana
y el vacío aún es enorme y doloroso,
dejaste los pasillos con lágrimas de nuestra madre
que viene y se va entre los recuerdos de tu crecer.

Va llevando tus prendas
entre sus brazos y empapándolas de lágrimas
las lleva abrazándolas
soñando en pena
que te lleva eterna como una niña.

La veo y mi dolor aumenta
al no saber que decirle
cuando llora y besa tus prendas
porque aún están con el calor
que dejaste después de partir.

Nuestra madre camina llorosa
llevando el aroma que dejaste en tu prendas
y ve en ellas cada parte tuya,
y cada parte de su vida que se va en ti
y en un cuarto
que va vaciándose mientras pasan los días.

Allí va ella,
una y otra vez
mientras un olor a humo
viene entrando a nuestra casa
para recordarme que no estás
y que he sido contagiado por la pena y los llantos
que nuestra madre ruge
mientras desgarra su alma
al ver tus prendas que se queman
y sólo ella sabe porque lo hace
y porque llora a solas
mientras aun no acepta que ya no puedes de volver.

(Escrita el 31 de marzo del 2007)

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EMILIO SE HA IDO

Emilio se ha ido hermana mía,
se ha mudado al mismo rincón
que tú encontraste al creer que era una salida.

Quizá pensó que la pena sería su única amiga
y que olvidó que hay un mañana
donde las lágrimas se agotan
para dar paso a una gota de alegría.

¡Lo ves hermana!
No lo dejes sólo…
Te lo pido
como tampoco quiero que tú estés sola.

¡Emilo escúchame!

¿La ves?

Ella es mi hermana,
sabe mucho de lo que tú sentiste
y Quizá puedan conversar
acerca de aquel rincón que no era salida

Te fuiste Emilo
dejando la misma lágrima
que yo sentí cuando miraba a mi madre
que empañaba aquel vidrio
y gritaba sin consuelo:

¡Vuelve hijita mía!

Seguro lo estás viendo,
lo sientes y deseas no haber escrito
…“¡Perdóname!”…
palabra tan cruda
que yo mismo leí
cuando vi que se perdía
mi parte mía.

¡Cuídalo hermana!
Tú ya encontraste paz,
pero llévalo contigo
hasta esa luz que estoy seguro
que también lo va perdonar…

(02 de Mayo del 2007)

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EL FINAL

Ella aun cantaba
cuando vinieron las estrellas,
y entre una de ellas estaba su camino
que le propuso al fin llorar.
Su misterio era su rostro
y sus manos dignos del arte
pues su alma era tan débil
que lloraba ante un papel.
Sus lágrimas enmudecían su esperanza
y viéndose sola en un cuarto de su niñez,
vio aquel trago maligno que se disfrazaba de salida
y besándola amargamente
espero a esa estrella que le trajo su final.

Su vacío era su calma y su caída,
y viendo sin sospecha un aliento de vida,
intento caminar pero ya era tarde
su sentencia ya tenían los dados
marcando los siete de su salida.
Estaba sola,
y sólo uno que amoldó su corazón
fue hacia ella intentando jalar sus dedos cuando ya se iba.
¡Doble sietes!
Marcaba la muerte,
besando a los doctores
que le entregaban sus labios pálidos
cuando yo llegaba muy tarde,
…resignado,
a un nulo mechón de su cabello.

(11 de julio del 2007)

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TAN SÓLO PIENSO EN TI

Escucho la canción de tu nombre
y de golpe me dice que no estás,
que te fuiste y no tienes los ojos abiertos
porque duermes en una prisión que nunca más veré.

Cada mañana me despierta un llanto,
nuestra madre sale de tu cuarto
y recuerdo que tu silencio ya tomó nombre
y se mantiene en lo pálido de tu recuerdo.

Eras una extraña muy conocida en mi vida,
tu silencio y tu seca voz
era la que yo amaba como hermano mayor
que casi nunca lo pude hacer.
Y ahora,
de pronto en cada mañana pienso en ti,
en tu vacío,
y en el - ¡Apaga mi luz! -
cuando entraba a tu cuarto por algo tuyo
y que hoy está junto a mí.

Lenta es cada nota,
y suave es el dolor que retrata tu vida
en unos ojos cerrados que sólo me dicen
que estás dormida y que mañana
he de irte a molestar.

(13 de Julio del 2007)
Por Setil de Bargam