GIRASOL

 De Michel Bardales García.

        Luego de expulsar y quemar de mi vida todos recuerdos pertenecientes a esa rancia y ponzoñosa historia, mi corazón se quedó vacío y mis manos dejaron de crear esos versos que le cantaron a unos labios que se negaron en todo momento a disfrutar de mi poesía.

        Así anduve por mucho tiempo. Con ese vacío que hacía juego con el anillo que cuelga de mi alma y que me recuerda que nunca más debo cometer el mismo error.

        Pero un día, cuando mis lágrimas comenzaron a secarse, se apareció en mi vida una pequeña y materna luz que deseaba convertirse en una estrella cantarina. Desde un principio su mirada me capturó en su florido hechizo de color azul. Era tan deseosa de querer ser feliz que dejó caer en mi corazón una pequeña semilla que día a día fue germinando y creciendo hasta convertirse en un hermoso y ambarino girasol. Fue en ese fragmento de tiempo que esta radiante flor convocó a sus hermanas para formar dentro de mí un hermoso jardín de girasoles en donde se inmortalizó esa delicada sonrisa que hoy me tienta a volverme a enamorar.

(Imagen de 愚木混株 Cdd20 en Pixabay)