SOLO DÉJAME ENTRAR A TU CORAZÓN

De Michel Bardales García

Desde que pude darme cuenta sobre los sonidos que hace mi corazón cuando pienso en ti, he logrado recuperar la satisfacción de dormir y viajar en mi almohada a esos sueños en el que estoy profetizando esa historia de amor que iremos armando a la par del juego de nuestros labios que estoy seguro que ya se quieren explorar.

Cuando te conocí, mi corazón también estaba herido y a punto de marchitarse. Pero al ver que tú ya tenías mucho tiempo atada a tu desdicha, preferí olvidar mi pena e hice uso de mi nombre de poeta y convoqué a mi lápiz aprendiz para que juntos construyamos una historia de amor lista para hacerla realidad.

En esa historia, yo llegaba a tu vida para darle luz a todas tus esquinas abrazadas por las sombras de tu pasado. Me dio mucha pena al ver que estabas encariñada a tus lágrimas y que te habías acostumbrado a esa falsa esperanza de que volverías a ser feliz en medio de esas enredaderas que te abrazaban gentiles pero que cada día te hacen más daño.

—¡Nunca más, mi musa querida! —me dije a mi mismo para darme valor en esa batalla que debía ingresar para derrotar a todos esos dragones de tu pasado que no te dejan avanzar en ese camino donde encontrarías a un poeta que sí te haría feliz haciendo de tu vida una esplendorosa y real historia de amor donde nuestros corazones se abrazarían y se curarían mutuamente convenciéndose de que sí se puede ser feliz.

—¿Pero qué les falta? —pregunta en todo momento mi lápiz aprendiz.

Como poeta, yo ya estoy armado con mi ingenio. Estoy listo para sacar de mis sueños todo lo necesario para ir hacia ti y expulsar a todos esos dragones que te retienen en esa pesadilla que disimulas con frases que solo delatan a tu corazón que pide auxilio y espera a que yo llegue a tu mundo para darle sentido a esos colores que ya no brillan a tu alrededor.

Solo déjame entrar musa entristecida, no engañes más a tu corazón con palabras que no concuerdan con tus ojos que miran el mundo como si no fuese el lugar apropiado para volver a ser feliz. Solo mírame que estoy soñando contigo. Estoy dibujando muchos corazones y tatuando en ellas tu nombre para que al abrir este libro que te estoy construyendo, salten revoloteantes hacia tus abrazos y te convenzan de que yo soy el poeta que ha llegado a tu vida para darle ese toque mágico que las personas necesitan para rehacer su mundo y volver a ser felices.

Solo abre tus puertas musa querida. Solo déjame entrar que ya tengo un primer sueño colorido para dártelo en tus manos y lo puedas esparcir en esa página de este nuevo libro que por amor he diseñado exclusivamente para ti.

Solo déjame entrar a tu corazón. Ábreme que ya me tienes esperándote junto a mi lápiz aprendiz.

(Imagen de S. Hermann & F. Richter en Pixabay)